martes, 22 de noviembre de 2011

Cuentan los indios de la gran sabana que hace mucho tiempo existía un águila llamada “Mochiman” que tomaba a los indios, se los Llevaba a un cerro y allí se los comía. 

Era un ave tan grande que sus alas eran como las hojas de los plátanos. Cuentan también los indios que en una ocasión, un niño comenzó a llorar, y la madre, para callarlo, dijo: 
     
     -¡cuidado, que viene "Mochiman"  y te llevara.

Pero el niño seguía berreando y la madre, para asustarlo más, lo saco de la casa y dijo:

     -"Mochiman" vega por este muchacho.

Y apenas dijo esto, cuando sintieron un viento muy fuerte como de huracán que no era otra cosa que el batir de las alas de "Mochiman". Sin que nadie pudiera reaccionar, tomo al niño una de sus garras y desaparecieron. "Mochiman" aparecía cada vez con mas frecuencia a llevarse niños y adultos, y por eso, uno de los indios pensó un día en darle caza. Afilo una de las hachas y espero escondido a que "Mochiman" apareciera.

Cuando finalmente apareció el águila, abatió repetidas veces sus alas y enfilo hacia donde estaba el indio, al que agarro y llevo por los aires. Lo transporto hasta el cerro, pero, antes de devorarlo, se puso a limpiarse. Mientras lo hacia, el indio le dio unos hachazos en las alas. Malherida, se fue volando a otro cerro, donde, con ellas rotas, murió. Donde cayeron sus plumas, broto una planta, que es con la que los indios fabrican desde entonces las cerbatanas.

La leyenda del "Mochiman" se localiza en las serranías centrales de la gran sabana, cerca de los ríos karuai tirika.

Autor: Ana Rodríguez Santos

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